Desde que los colores nacionales han ido dejando paso a las libreas determinadas por los patrocinadores, nos hemos acostumbrado a ver vehículos que lucen letras y colores. Evidentemente, éstos deben declinarse según las directrices de imagen coordinada de cada marca, de acuerdo con la lógica comercial y deportiva.
A veces se utilizan elementos aún más obvios para enfatizar más un mensaje. Puede ser el caso de un material, una textura, una reproducción más "didáctica" de las características de la marca.
En este análisis nos centramos en los episodios en los que se utilizan referencias al mundo animal. Una dinámica que, sin duda, contribuye a hacer más distintivo un carenado o una carrocería, atrayendo la atención de los aficionados y de muchos curiosos. Por no hablar del impacto que esto puede tener en los niños y en los espectadores más jóvenes en general. Los ejemplos, como suele ocurrir en el automovilismo, son numerosos, sobre todo si nos extendemos en el tiempo y en el espacio.
Empecemos por un coche que, aunque menos conocido en nuestras latitudes, representa sin duda una curiosidad. Se trata del March 83G pilotado por Dave Cowart y Kenper Miller en el Campeonato IMSA de 1983 a 1985. El prototipo 'vestía' un color de fondo totalmente blanco sobre el que destacaba una gigantesca langosta estilizada a tamaño natural. La sinergia entre formas y gráficos era aún más eficaz gracias a la estructura del frontal del coche, que presentaba dos generosas extensiones de pasos de rueda que se prolongaban más allá de la parte central del morro. Estos volúmenes eran ideales para insertar las pinzas del animal.
Esta curiosa elección se debió al patrocinio de la cadena de restaurantes Red Lobster, que actualmente cuenta con casi 700 establecimientos en todo el mundo. El diseño original fue creado por el artista estadounidense Stephen Bach, que en aquella época se encargaba de la decoración mural de los restaurantes de la cadena. Más tarde fue el técnico Jack Deren quien se encargó de la librea: como curiosidad, el March fue repintado no menos de 16 veces debido a accidentes o para mantenimiento y mejoras. Para garantizar la continuidad, las plantillas se tomaron del primer ejemplar.
El coche se convirtió rápidamente en uno de los favoritos del público, que sigue vitoreándolo en desfiles históricos y ferias.
Avancemos hasta el año 2000. En el circuito australiano de Adelaida se disputaba la última prueba de las American Le Mans Series. En la llamada "Carrera de los 1000 años", celebrada en Nochevieja, Audi llevó a la pista una configuración única para uno de sus R8. El coche pilotado por Rinaldo "Dindo" Capello y Allan McNish lucía una combinación de colores bautizada como "Crocodile" precisamente por un gran cocodrilo que cubría la parte central del morro, la zona del cockpit y el capó trasero. El volumen de esta parte era notablemente elevado en relación con la carrocería del coche, lo que facilitaba la adaptación de la forma del cuerpo del reptil. El resto de las piezas, como los pasos de rueda y los flancos, presentaban una serie de ilustraciones que representaban el entorno típico del hábitat lacustre-fluvial: agua, troncos, arbustos, plantas acuáticas, etc. La creación fue obra del centro de estilo interno de Audi, dirigido por Frank Lamberty. Su objetivo era lograr un resultado que pusiera de relieve la participación en una carrera al otro lado del planeta.
A pesar de una carrera acortada en unos 150 kilómetros de los 1.000 previstos, el Cocodrilo se llevó la victoria por delante de un gemelo "de paisano" (después de haber conseguido también la pole position). La presencia de una gran multitud (más de 200.000 personas a lo largo del fin de semana) contribuyó a hacer aún más memorable la hazaña y el colorido. La empresa de Ingolstadt pudo así disfrutar de un considerable aumento de notoriedad y visibilidad en ese mercado.
En 2015, el equipo Phoenix Racing rindió homenaje a ese acontecimiento llevando a la pista una librea especial para las 12 Horas de Bathurst. 'Donó' su carrocería un Audi R8 LMS Ultra GT3, nombre que hace referencia a la dominante barchetta de la época del cambio de milenio. En esta ocasión, el cocodrilo aparecía en los laterales, mientras que el resto de los paneles de la carrocería representaban su entorno.
La prestigiosa carrera de resistencia australiana vio otra interpretación "reptiliana": esta vez una amenazadora serpiente amarilla neón con detalles en verde lima. Se trataba del AMG GTR presentado por GruppeM en la reciente edición de febrero de 2023. El año anterior, un coche similar había sido llevado a la pista por el equipo Triple Eight, de nuevo con el apoyo de Mann-Filter para la decoración "Mamba". Mann-Filter lleva mucho tiempo participando junto a Mercedes en no menos de seis series basadas en coches Granturismo: International GT Open, Intercontinental GT Challenge, ADAC GT Masters, ADAC GT4 Germany, VLN Endurance Racing Championship en Nürburgring, así como carreras individuales como las 24 Horas de Nürburgring o las 24 Horas de Dubái. En 2021, un Audi R8 GT3 Ultra también lucirá la icónica piel de serpiente.
Seguimos en el ámbito de los GT para encontrarnos con una de las declinaciones más recientes de esta tendencia. Hablamos del Porsche "Rexy" de la escudería alemana Project 1, un equipo que participa en el DTM y el WEC junto a AO Racing y en el pasado reciente también en el IMSA. Al GT3 RSR se le ha añadido una onomatopeya que lo convierte en RSRawr, del rugido del dinosaurio. De hecho, el coche es fácilmente reconocible gracias a su librea totalmente verde con la gran boca erizada de afilados dientes en el parachoques delantero. Al parecer, la idea fue inspirada por los hijos de uno de los pilotos, PJ Hyett, que también es el propietario del equipo: Gunnar Jeannette y Matteo Cairoli son los otros miembros de la tripulación que también ha corrido en las 24 Horas de Le Mans.
Una de las escuderías que ha construido una especie de saga sobre la coloración animal es sin duda Jordan, cuyos monoplazas de Fórmula 1 de 1997 a 2001 eran inconfundibles. Durante ese lustro, la escudería británica decidió adornar el morro de los coches con amenazadoras inspiraciones del mundo animal. La colaboración con el patrocinador tabaquero Benson & Hedges también sirvió de base para una serie de opciones publicitarias destinadas a eludir la prohibición de logotipos de marcas de alcohol y cigarrillos que pronto impuso el campeonato.
Primero fue el turno de la serpiente, por lo que Benson & Hedges fue sustituida por Bitten & Hisses (literalmente "mordiscos y silbidos"). La piel escamosa cubría también los vientres laterales y, gracias a una ingeniosa alternancia de zonas negras y amarillas, se simulaban las letras B & H vistas a gran velocidad. Después llegó el abejorro y con él la nueva inscripción Buzzin Hornets - avispones zumbadores. Por último llegó el turno del tiburón, combinado con la frase Bitten Heroes - héroes mordidos.
Este sistema permitió al equipo obtener un gran reconocimiento, que también se vio respaldado por una buena serie de resultados, especialmente en la primera fase de la asociación.
A veces una imagen llamativa esconde algo que a uno le gustaría mantener oculto. Tal es el caso del Mercedes-AMG GT3 que dejó huella en el IMSA WeatherTech SportsCar Championship durante 2018 y 2019. El gran turismo lució una librea bautizada como Chupacabras, la temible criatura de ficción que aparece en tantas leyendas contemporáneas. Gran boca frontal dentada, ojos rojos y una combinación de colores que iba del morado al negro. Por desgracia, quien apoyaba esta iniciativa no era una marca excéntrica, sino un estafador colombiano, Juan Camilo Pérez Buitrago. Había amasado grandes sumas de dinero vendiendo a precios de ganga dispositivos médicos como prótesis y diversos sistemas a raíz de falsos diagnósticos.
En 1979, el equipo Shadow compitió en el Campeonato del Mundo de Fórmula Uno, confiando su DN9 al piloto holandés Jan Lammers. Obviamente, tuvo que encontrar los medios para afrontar la temporada, ya que el equipo había perdido su patrocinio el año anterior. Obtuvo el apoyo de Niemeyer Tobacco, de Groningen, después de que un periódico local también interviniera para ayudar al piloto. La marca aportada a la carrera sería Samson Shag, una marca de tabaco que se vende al por menor. Tras las primeras carreras no europeas, Niemeyer expresó la necesidad de tener una imagen más impactante para ganar más atención y tiros. Para ello, optaron por decorar toda la parte delantera y central del coche con un león gigante envuelto en llamas. Ciertamente no era una opción muy elegante, pero contribuyó a dar a aquel coche de final de gama una singularidad que aún hoy se recuerda.
No se puede hablar de libreas "animales" sin mencionar el icónico Porsche 917/20, el modelo experimental diseñado junto con la francesa SERA - Societe d'Etudes et de Realisations Automobiles - y que corrió en las 24 Horas de Le Mans de 1971. El "cerdo rosa" se ganó este epíteto por la coloración inspirada en los cortes de los diagramas de sacrificio. Fue el Conde Rossi, entonces jefe de Martini, quien impuso este esquema de color debido a la forma distintiva del coche. La idea de los ingenieros era reducir los remolinos alrededor del coche, por lo que el 917 lucía unas líneas mucho más abundantes y redondeadas que sus conocidas hermanas. Esto le dio un aspecto menos afilado y más torpe que inspiró a los ingenieros para idear esa curiosa declinación. El coche no logró terminar la carrera, pero a día de hoy sigue siendo un curioso ejercicio que se exhibe en el Museo Porsche de Stuttgart.
En 1999, el equipo Le Mans junto con Inging prepararon un Toyota Supra para la clase GT500 del entonces JGTC - Campeonato Japonés de Gran Turismo. La característica especial del coche era su patrocinio por Esso Ultron: se utilizó un esquema de color "tigre" en virtud del símbolo de la petrolera. La campaña original, lanzada en la década de 1960, rezaba "¡pon un tigre en el motor!". El Esso Ultron Tiger Supra corrió toda la temporada con esta inusual decoración, excepto en la primera carrera, en la que el equipo se retiró debido a la muerte de uno de los futuros pilotos titulares unos días antes.
El equipo terminó la temporada en duodécimo lugar y también logró una victoria. A finales de 1999 fue repintado para satisfacer las exigencias de otro patrocinador.
- Esso Ultron Toyota Supra JGTC GT500 1999
- Samson Shag Shadow DN9 F1 1979
- Jordania F1 1997
- Iron Lynx Porsche 911 RSR GT3
- P1 Motorsports 'Chupacabra' AMG GTR GT3
- Red Lobster Marzo 83G-Chevy
- Audi R8 Cocodrilo 2000
- 1971 Porsche 917/20 Cerdo Rosa
- GruppeM AMG GTR GT3
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